Amoroso recuerdo
Baja la noche sorda hasta mis ojos mudos.
Y por la oscura sombra pasa un quejido negro,
como una flecha larga, como una pena honda.
Yo espero cada instante tu voz calida y dulce
y aunque no llegue nunca, esperaré por siempre.
Este dolor me gusta, porque siempre te busca.
Cada vez que las horas se vuelven cantos lúgubres
el recuerdo se asoma por la orilla del alma,
y aparece tu cara, tan ausente y cercana.
Yo se que todo pasa y, que tu ya pasaste.
Pero no se resigna mi corazón añejo,
y cual vino rojizo tu paladar espera.
Amor, la primavera, se decolora y muere;
para mi ser la vida, se ha vuelto seca y pálida.
En tus labios rosados guarda tan solo un beso,
y cuando alguien te bese, sígueme recordando.
En lo alto del cielo las estrellas titilan.
Y en mi mente las sombras hacen temblar mis parpados,
hasta llorar pedazos de amorosos recuerdos.
Germán g
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