ALBA

Alba tiene dos años
y grandes ojos
que brillan a la luz del día.

Acostumbra a las doce
ponerse a la puerta
dando saltos de alegría.

Espera que se abra,
mira al cielo.

Ayer Alba,
se puso a la puerta.
Saltó de alegría.
Su madre la tomó en brazos
y la puerta no se abría.

ALBA NO ENTENDÏA

y eso sucedió veinticinco días
Veinticinco días para un adulto.
Veinticinco días ...
una eternidad para una Alba tan chica.

Y aprendió que de nada servían
aquellos saltos de alegría,
ni mirar a su madre con una tierna sonrisa.

ALBA NO COMPRENDIÖ

Y grabó para siempre
una laguna de placer , vacía.