Frio silencioso

Frio silencioso
de cristal y seda.
Un incendio inicia
bajo la piel de mis alboradas.
¿Quién viera lo que encuentro en sus pupilas?
Al espejo de
gustos irresistibles,
su labio, alimento de mañanas
su voz, cálida expiración de latidos.
Nuestra memoria
llena de misterios,
al camino de suspiros nuevos.
El palpitar de su corazón
vino de mis labios secos;
a la sed del destino.
Somos un secreto
de un corazón que no aguarda;
yaciendo ante la incitación ambigua.
Rocío de rimas
que evocan el sabor
de la estación de frutos frescos.
Mis manos puedo darle
para hurgar y reconocer
a campo abierto su figura;
en un murmullo del nocturno
que se mece cual olas encendidas.
Frio silencio de montaña
sobre manojos de ramas trozadas;
que inclina invitante a expirar
nostalgias de nuevos amores.
Gabriela Ponce LS

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