AHORA.

Ahora, cuando los días se
acortan y arrecia el frío y
sopla el viento, ¡cómo quisiera
estar cerca de ti amor mío,
para tocar tus manos, para
sentir tu fuego…!

Junto a ti volvería a labrar
la tierra, a sembrar las flores,
a pasear por las frondas…, por

Leería cuentos como antes,
escribiría poemas de amor,
miraría las estrellas, -¡la
luna blanca!-, me elevaría
hasta rozar el cielo…

Escucharía música
de Wagner. tocaría mi
guitarra, compondría mis
canciones…

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Ahora, que la nostalgia me
invade, y las horas son de
plomo, y mi alma se diluye
como un azucarillo en el
silencio..., y mi corazón
se parte en mil pedazos y
mi pecho aúlla como un lobo…,
me gustaría estar contigo
para mirar tus ojos claros…,
oír tu voz, tocar tus manos,
¡Decirte que te quiero…!

Correría hasta donde estés
para arrojarme en tus brazos,
para sumirme en tus ojos.
para incendiarme en tu cuerpo…,
para hacerme alma de tu vida
y sangre de tus venas y aura
de tu aliento.

¡Amor mío, qué fuerte sopla
el viento sobre la copa del
ciprés y las ramas secas
del olmo viejo…!

¿Te acuerdas cuando soñábamos
despiertos, cuando inventábamos
caricias en la noche…,
cuando nuestros cuerpos ardían
como teas y nuestras almas
vibraban de amor…, cuando no
existían ni la pena ni
el dolor, ni el paso implacable
del tiempo…?

Ahora, cuando los días se
acortan y me siento triste
y me encuentro sólo, ¡cómo me
gustaría tenerte amor mío,
para decirte que te extraño
y lo mucho que te quiero!

Autor: francisco López Delgado.
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