Adios
Agradezco el haber soñado contigo y saber que ese sueño no era realidad, nunca fuiste mía como lo llegue a pensar, ni tampoco lo serás nunca jamás.
Fue bonito tenerte a ratos y que esos ratos fueran eternidades de un momento, de días martes y jueves.
De encuentros llenos de sensualidad y sexo eufórico. Cita clandestina una mañana en un café o por la tarde en un hotel encuentros fortuitos en una vida.
Horas, Minutos, segundos, esperados con ansiedad de un falso amor, porque nunca me amaste como yo te amé.
Instantes llenos de alegrías, de emociones encontradas de placer, amor, celos, lujuria satisfacción mutua.
Me felicito a mí mismo por haberte amado de la manera en que lo hice, no puedo ni podre arrepentirme nunca de ello, los momentos más felices de mi vida fueron a tu lado en tres años de amores y añoranzas.
Hoy solamente me quedas en recuerdo, mas nunca estaré a tu lado, mas nunca te volveré a ver o llamar, tú ida trae la marca del por siempre y lo creas o no, no volveré.
Moriste con tus palabras y con tus hechos, moriste para mí no se para quien más.
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