Adios

A vísperas de la muerte, entre sombras y arreboles
Las burbujas escarlatas de la tarde aun asoman
Radiantes sensaciones, entre anhelos y fulgores
Impregnadas por la luz de mis recuerdos.

Cual luciérnagas cansadas, opacan sus destellos
Se cierran, se abren, sus brillos se vuelven pequeños
Motivan revuelos absurdos, pretenden surgir de sus sueños

Y se van volviendo tenues sus colores

Hasta quedarse dormidas,
Reprimidas por lo oscuro de la noche, del olvido
Del silencio que me llama y que me absorbe.

No esperaba tanta sombra en mi camino
Ciego, triste, desolado y aunque aún puedo sentir
Estoy cerca de partir, auspicio mi lóbrego destino.