Y no me equivoqué
Hombre sin alma, sin corazón.
Hombre de palabras vacías y ojos de mentiras.
Hombre sin honor ni dignidad.
Hombre que perdió toda verdad.
Crucé tu camino en una noche de frio.
Bajé la mirada hacia el piso.
Aunque las sombras reinaran, aunque el viento callara,
Logré ver tu mirada.
"De sangre fría"- alcancé a pensar.
Lo que no sabía, que tu mirada escondía,
Era que volverías a buscarme, que podrías encontrarme.
Porque desde aquella noche, tu objetivo fue asesinarme.
Llegaste de madrugada, al bar donde trabajaba.
Quisiste asustarme, pero mi curiosidad aumentaste.
Te seguí, al verte partir.
Seguí tus huellas, seguí tu aroma, seguí tu engaño.
Y entre más pasos daba, más el amor por el misterio aumentaba.
Si me perdía no importaba, ni tampoco si me equivocaba.
Y de lo tan ciega y desesperada que estaba mi alma,
La soledad parecía irse cada vez que de ti me acercaba.
Te detuviste en medio de una cuadra.
Y te volteaste hacia mí.
Avanzaste hasta donde yo estaba.
Y me miraste a los ojos, viste mi mirada desesperada.
Leíste lo que mi corazón ocultaba.
Deseo mortal de estar equivocada.
Pero lo peor de la historia, es que no lo estaba.
Sabía que el camino que recorría, los pasos que daba, lo que buscaba
Eran muerte.
Y no importaba.
Me rodeaste con tus brazos y besaste mis labios temblorosos.
Los envenenaste como serpiente del diablo.
Con tus manos de vampiro, con tus garras de fiera,
Me arrancaste el alma, apagaste mi mirada, me robaste los pulmones, y te metiste en mi corazón.
Mis pensares y pesares te pertenecen ahora.
Mis horas de paz son tuyas.
Mis sentimientos son a ti, mis sufrimientos son causados por ti.
Y ahora confirmé, gracias a ti,
Que no estaba equivocada.
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