A veces.
A veces me siento a esperarte,
La orilla de la cama ya se queja de tanto soportarme y rechina de rabia, por siempre escuchar tu nombre; entre los balbuceos que brotan de mis sueños.
Se me congela el alma de tanto frío, frío de ausencia, frío de no volver a verte.
Ausencia de mi, de ti, de todo.
Me quedo en silencio cada vez que te marchas y me da miedo hablar porque temo que si hablo; huyas por mi boca, temo que te diluyas en las palabras de amor que te lanzo a bocanadas; suspirando para que vuelvas.
Si, sé que es ridículo y me resisto
a seguir con tal conducta pero
¿Cómo le hago?
No tengo de dónde sacar determinación para dejarte ir, para despedirte de todos los rincones de mi alma.
Él anda pendiente de las aves que se posan en el alambre de alta tensión y yo, yo solente ansío verte dar la vuelta en la esquina.
Extracto de "Amor de un viejo"
Todos los derechos reservados, Ciudad de México a 12/02/2024,
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