Una visita

Y llegó con un ramillete de flores todavía en botón
aquellos que romperán en flor, al pasar de los días,
abrirán sus pétalos como alas anunciando
el despertar de un vuelo.
Quedaron colocadas en el jarrón con agua fresca,
sacó del gabán una cajetilla y un fósforo,
que dieron vida al humo y fuego.
Se retiró el gabán cuando un calor le invadió
paradójicamente en un nublado y frío día.
Por último sacó los recuerdos…

De lo que se dió y lo que no.
De lo que fue y lo que pudo ser.
De lo que pasó y lo que debió pasar.
Del otro, de él… De los dos.
Ahora que meditó y tranquilo está,
quizá vuelva otro atardecer envuelto en el frío
mismo que le dará el día.
y el otro siga envuelto en la frialdad de su tumba.
Adiós mi viejo amigo, susurrando concluyó.

(Visitar hace bien de vez en cuando...)

Xavier H.©