Un Genio
Buscando en una cueva
Un tesoro deseaba encontrar
Buscaba y rebuscaba y no lo podía hallar.
Entonces, ante mí, apareció un genio
Que mis deseos quiso cumplir
Puedo darte lo que deseas, me dijo,
pero mucho vas a sufrir.
Puse en sus manos un rosario de cristal
No importa el precio a pagar
si mi tesoro me puedes dar.
En una copa me dio a beber
un brebaje de mi propio conocimiento
Luego, tomo todas mis palabras
y suavemente las coloco en mi boca
Y con un beso etéreo,
hizo que me las tragara todas.
En sus ojos luminosos
me mostro todas mis pesadillas y mis sueños
Y en su tapete mágico me hizo volar
más allá del deseo
Para mostrarme que con nada me puedo quedar
y que de nada somos dueños.
Con sus palabras misteriosas
abrió los candados de mi calabozo
Y de las penumbras salieron presurosos
Todos mis demonios y mis monstruos.
Mi propia medusa salió a mi encuentro
Y en ese mismo instante, el miedo me petrifico
El genio entonces, abrió mi pecho
y delicadamente mi corazón saco.
Aquí tienes tu tesoro,
y en las manos me lo entrego
Domina tus pasiones
y elimina tus miedos, me dijo
Y misteriosamente desapareció
Conoce más del autor de "Un Genio"