Turno de comedia


Que crea que me marché
desde la neutralidad, por azar,
por esas bifurcaciones que la vida arregla,
por los atajos que a veces se toman sin más,
sin planes,
sin preconcepciones que emerjan en ella;
que crea simplemente que me ausenté,
que a mundos materiales descendí, y que he caído,
que el tiempo me arrastró corriente abajo
con esa, su terquedad de querer mudarlo todo;
y viajes y casas... y tanto, me alejaron,
que lo crea.
Y que un día como otros me fui perdiendo de ella,
desligándola de este gitano corazón que la tenía
y en algún cruce de caminos la ha soltado;
y que me fui,
solo, sin porqués,
con el ánimo rígido de siempre,
y el semblante de seriedad, de dureza tal vez;
que crea que ni yo mismo supe
cómo se me escapó su pureza y sus ojos graves.
Que me vea reír,
que advierta como uno a uno sus recuerdos
se me fueron extinguiendo;
que los deshizo el tiempo,
el necesario mar del olvido
en el que naufraga la memoria sin remedio;
Que me deslicé de su círculo
que he bajado a otra era
y he formado un mundo anexo sin ella.
Que lo nuestro es ahora el pasado
y que soy feliz;
que entienda que me alejé sin recapacitaciones,
sin análisis, sin nostalgias;
que el fácil destino me llevó,
y que no la amo,
que lo crea.
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