TITANIC. Historia de Rose

TITANIC. HISTORIA DE ROSE
El mar te engullía lentamente,
a mi vida no encontré ya más sentido
y a Dios le pedí con voz clemente
por mi rabia y orgullo contenido.
El agua se burló de tu pobreza,
de tus ganas de vivir, de tu destino,
de aquel imperialismo y su riqueza
con su porfía y triste desafío.
De gentes rebozadas en grandeza,

de un barco en Belfast construido.
De collares de perlas que aderezan,
de galón falso y pantalón raído.
Fue tanta su soberbia y avaricia,
su frialdad y su manto desmedido
que del avaro ignoraba la pericia
y del rico sus portes y caprichos,
de los pobres su labia y su destreza
para acabar en bodegas escondidos.
De violas y violines tristes piezas
que se niegan caer en el olvido
apurando sus cuerdas con destreza
apagando lentamente sus latidos.

Antonia Avellano Pérez