Tiempo.

El momento es sólo uno,
lo que acontece, ésta oportunidad.
Único bajo el firmamento,
irrepetible es su bondad.

Tiempo hay de empezar
Tiempo de acabar.
Tiempo hay de preparar,
tiempo de disfrutar de los frutos.
Tiempo en que se reciben heridas,

tiempo para dejarse curar.
Tiempo de botar obsoletos,
tiempo de construir novedad.
Tiempo para deshacerse en lágrimas,
tiempo para nacer de ellas.
Tiempo para arrepentirse del pasado,
tiempo para gozar del presente.
Tiempo para expandirse en actividad,
tiempo para concentrar el espíritu.
Tiempo para querer a los míos en la presencia,
tiempo para quererlos en la distancia.
Tiempo para perseguir sueños,
tiempo para hacer soñar a otros.
Tiempo para viajar,
tiempo para estar en la intimidad del fogón.
Tiempo en que nos llama la soledad,
tiempo en que ella se queda sola.
Tiempo de ser voz en el tiempo,
tiempo para escuchar a quien ya lo ha sido.
Tiempo para luchar y trabajar,
tiempo para reposar y descansar.

Pero eterno es amar
y eterno es dejarse amar.

Bogotá, Colombia.
02/06/2017
(Inspiración Eclesiastés)