Templario de ojos frisones

De las cruzadas de plata, híbrido templario
sinergia de una herradura que no desfallece,
armado con el escrutinio de un férreo inventario
versos in vitro que en tus latidos enardecen.

Acróbata de solemnes escaramuzas
bajo un cielo pretérito de fugaces clarianas,
trovador inspirado en los cántires donde la luna
se recoge reflejada en aguas escarlatas.

L

os títeres de tus empeines, lucirán túnica de seda
el vals de tus giros, arousales de esbeltas formas
se contorsionan al galope los mechones de tu cabellera
hacia el oriente, que se anuncia tras el paredón de las horas.

Hidalgo de un gospel cicatrizado en tu montura,
de palaciego pulso, lisonja de primaveras,
anciano bizarro trangresor de metálicas cordilleras,
el idilio de tus lágrimas, el rescoldo de tus huellas.

Cortejarás la hedonía de las amapolas en fuego,
con el linaje de tu sutil filantropía,
a tu paso crecerá el ímpetu de tu alma de Quevedo,
en tus venas de frisón cabalgará prófuga tu valentía.