SOÑÉ

Soñé que despertabas de tu sueño
y un largo beso me diste con dulzura;
un fuerte abrazo te di con todo empeño
y de mi ser alejé toda amargura.

Soñé que estabas viva y me mirabas
con un profundo amor y una ternura
y en mi alma sentí cómo me amabas
y de la mente borré mi desventura.

S

oñé que eras la mujer divina,
que en vida fuiste mi querida esposa,
la madre más amante y cristalina
la dueña de mi ser, la más hermosa.

El sueño terminó como termina todo
y un recuerdo de amor tengo grabado,
un triste despertar que de algún modo
lo tengo que olvidar. ¿Podré olvidarlo

Jorge E. Ceballos