Sin partitura

¿qué melodía tiene
el ajetreo solemne
de la piel contra la piel?

¿a qué suena
tu mano por mi espina dorsal
y mis dedos
sobre tu vientre?

ese balbuceo mutuo

de labios entrelazándose
y la lengua - cuerda fina -
sacando acordes
en tus muslos;

las notas desprendidas
desde tus senos,
y ese crescendo
en el que por fin
se enredan las sábanas;

y vos que sacás bemoles
de entre mis piernas
y hacemos que sean sostenidos
todos los gemidos
con que cantamos amor
a la noche:

ya ves
que vamos leyéndonos
sin partitura.