SEÑOR ESCRITOR

Las horas arrastran mi tiempo
al delinear su nombre,
sublime amor este que siento
por su ternura desbocada.
Escríbame en sus versos
la dulzura que derrochan sus labios,
hábleme del amor eterno,
qué importa que se detenga el mundo
si mi morada está en su regazo.

S

i permanece en mí
enredando sus dedos en mis cabellos,
fragmentando mi existencia.

Señor escritor, no deje de obsequiarme
la savia de sus labios, béseme con sus poemas,
acarícieme con sus poesías
suspenda mi alma en su cielo infinito
y colme mi corazón de su compañía.

Así, sin muchas vueltas en la hoguera del silencio,
al compás de la música como aguas en calma,
con el atardecer a nuestras espaldas
enséñeme cuanto me ama en sus letras,
porque es la prueba
más sincera que mis ojos pueden ver
al sentir en ellas su corazón latir.