Romance de los mil demonios
Ajena ante el temor
De perderme una vez más
Entre el frío espacio en donde las grietas sustentan a la soledad.
No quiero que el dolor me abandone
Pero tampoco puedo traicionarlo.
Y si la pena insistente
En recorrer cada círculo
habilidoso
Triste
De la oscura lejanía
Que divide al hoy del mañana.
¿permitiré su paso o daré alegría a tu corazón y nada más?
¿sabes?
Mis sentimientos te extrañan
Y mis pecas oran en honor a tus caricias espontáneas.
Por que sin poder gritar tu nombre...las palabras descansan amarradas unas en otras formando el lienzo de tu espalda.
Y mi alma es débil...
Se deja transportar por la tierna crueldad del demonio.
¡Oh, lenguaje vulgar!
¡Calla! y desea...
¡Yo no susurres! Navega con lentitud por la camisa del tiempo
Y si puedes
Llevame a casa...
Ubicada en el Barrio de Los Poetas expertos en cosas del amor,
Donde los versos ocupan cada esquina del interior.
No me tomes por salvaje
Ni por ausente
O vulnerable
Si mis sueños ya no habitan sobre encantos ni augurios,
Es por que tu voz ha succionando el anhelo entusiasta ante los principios de mi llanto.
Ajena a las noches
Entre tu calma y mis reproches
Las sábanas claras
Te permiten la entrada
Pero....
Disculpa si mis lágrimas empalagan a tu mirada,
Por que si te permito hurgar en mis entrañas es para que comprendas cuánto te estuve esperando
Y con cuánto temor me rendí ante tus brazos.
¡Sí, hasta el mismisimo demonio tiembla por amor!
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