Retorno a mi tierra
Retorno a mi tierra, con un deje de tristeza,
no están los seres queridos a mi vuelta,
se han ido al cielo de los Ángeles no caídos.
Regreso donde fui feliz por pequeños momentos de niñez.
Siempre la sombra del ciprés persiguiendo mis
bellos recuerdos, queriendo tomar mis manos
para llevarme bajo los álamos altos, grandiosos, que tanto
miedo me daban cuando apenas media un metro.
Regreso a sus parajes de ensueño, de vida, de paz,
donde viví junto a los pájaros la libertad de ser querida,
Retorno a mi tierra, buscando la añorancia
de sus brazos, besos, encuentros en la tormenta.
Me amaba, le amaba, nos amábamos siempre,
fuego que quemaba nuestros sueños por ser
el presente certero, sin miedos, amor eterno.
Perdimos el rumbo de nuestros pasos al regreso,
dejaste que nos hundieran en el abandono
del olvido, perdidos en senderos con espejismos
de amor, que no son nuestros caminos verdaderos,
existen en imaginaciones de pérdida y duelo.
Nos olvidamos el rostro y el reencuentro.
Retorno a mi tierra, no tengo la paz de su vuelta,
no mira, no hay señal de que algo queda
de esos días largos en la espera de abrazos y besos,
en las bellas letras de sus cartas amadas y olvidadas,
leidas escondida a miradas indiscretas e insidiosas.
Dolía ver pasar los días en la lejanía sin compañía
ni amiga, nadie a quien contar mis cuitas y tristezas,
tu abandono sin razón, lógica ni remisión.
No hay perdón para quien mintió al corazón,
quién trajo el olvido y la pérdida del primer amor.
No hay perdón a quien solo dejo gran dolor.
Maria Cruz Pérez Moreno
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