Resignación
Resignación
He llegado al final de todas
estas estaciones donde mi alegría
truecase en relámpagos,
truenos del pantano
donde se estancan los sueños.
En esta mi hoguera yo
atizo el fuego
del cosmos en tus ojos,
soplo con una triste vehemencia
en ella,
para avivar la candela
que chisporrotea indecisa
sobre la brasa de tus dudas.
Abrevaderos en el norte
donde cuatrocientos jinetes
al viento se reúnen,
ángeles caídos que no volverán
a los intrincados sueños
de un hombre que ha esperado el amor
sin sentido.
Me cansé de la tristeza,
me cansé del sabor amargo de la hiel
de tu ingratitud,
me aburrí de esperar que fuera diferente,
y comprendí
que es así como el río siente
que fluye solo y sin remedio
hacia la enormidad de un océano
que es la vida en sus años
para todos y donde
se diluyen todas las emociones,
todos los sentimientos en la inconmensurable
masa acuosa,
donde unas lágrimas más ya son menos
y donde se extinguen los torrentes, donde es el morir
de todas las emociones, el destino,
donde el rumor de la corriente
que ha bajado de las montañas
se apaga para siempre.
He arriado mis banderas,
mis gonfalones he devuelto
a los profundos baúles del olvido,
jironados por tanto escaramuza y tanta batalla,
me he fatigado de luchar contra
la caballería de tu indiferencia eterna,
he depuesto mis armas en esta pírrica batalla
y he decidido, al fin,
¡olvidarte!.
Conoce más del autor de "Resignación"