RESIGNACIÓN

Como pasan los años
tan de prisa y sin descanso,
dejando a su paso hondas huellas,
que se sienten, no solo en la piel
sino en el alma.

Aquellos días de loca juventud,
no volverán a traer esa inquietud
de soñar e imaginar días felices.

C

omo pasaron los años,
tan de prisa,
sin darme cuenta que
la juventud no volvería,
y que aquellas decisiones
que un día se tomaron,
obligan ahora abrazar la soledad....

Borraré del recuerdo todo lo soñado,
haciendo de mi vida un libro resignado,
de aquellas páginas blancas
que nunca se escribieron....

Por ello ya no espero nada, nada
los sueños e ilusiones
ya no están en mi jornada,
ya no espero encontrar una caricia,
ni un destello del amor apasionado.

Julio.2015
María Cueva Carrión

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