...PARÁBOLA

Cómo saber cuando la vida acaba
enormes vacíos atraviesan mi alma
y no siento nada, es que no tengo nada
desesperación y locura comparten mi almohada
parece que encontré lo que siempre he buscado
el deseo es tan fuerte que te miro a mi lado
me consumo de angustia en mi propio pecado.

Las líneas de tu mano las he guardado en mi mente
tu mejilla en mi rostro se quedará para siempre

mis labios que segundos besaron tu frente
en mis sueños eternos llegarán a tu boca
alimentando en vano esta ilusión loca
que despierta el escarnio de toda la gente
que ignora el dolor de sentir diferente.

Hasta tanto me oculto tras una parábola
ahogando te quieros que vez en mi mirada
llamándote a gritos sin una sola palabra
sintiendo tu piel con caricias robadas
en las oscuras mañanas que despierto en tu cama
contemplando tu rostro con el que sueña mi alma
pidiéndole a mi cuerpo que mantenga la calma.

Ahora mismo me atacan tus protectores sombríos
los espíritus que creas en tus lienzos dormidos
esas aves humanas entran por la ventana
a confundirme mi ser, a destrozarme mi darma
a devorar mi sentidos, a acelerar mis latidos,
a despertar mi piel que también quiere alas
para subirme a tu pecho y consumirme en tus llamas.