Para que lo leas y guardes en tu baúl.

Para que lo leas y guardes en tu baúl.
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Con la mano con que me santiguo
y acaricio la cara de mi esposa
y las de mis nietos…
y toco mi guitarra y los claveles
y las rosas…

Con la mano que pongo sobre mi

Con la que tiraba piedras al cilanco
y manejaba mi honda y mi espada
de madera,
y lanzaba con todas mis fuerzas
los aviones de papel…

Con la mano con la que paso las hojas
de los libros cuando leo,
y bebo agua del chorro de la fuente,
y recojo caracolas y escribo
nombres y hago montoncitos de arena
en la playa…

con la que me peino cada día
y cojo mi cuchara
y utilizo de confesionario
por las noches …

con la mano que cerró los ojos
de mis padres y les puso una rosa
sobre sus sudarios…

Con esta mano, que a menudo tiembla
y otras se levanta, como los
papeles con el aire, te escribo
este poema, que surge de mi alma,
para que llegue, como aquella
golondrina extraviada,
hasta donde el cielo es un crisol de luz
y las pitas alabardas:

y lo leas y acaricies y guardes
en tu baúl, junto a tus recuerdos
y tesoros más preciados.
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Autor: Francisco López Delgado.

Fondo musical: la Golondrina, cantada por
Emilio José López Delgado.