P O E M A

Los poemas de la muerte, el dolor y la angustia ya están de más y yo de menos.
Los poemas de la vida hablan más de morir.
Los poemas de la muerte hablan más del renacimiento.
Los poemas de amor hablan más del desamor.
Los poemas de odio ya sólo son rencores mal educados.
Los poemas de mariposas, ángeles caídos, pájaros y luciérnagas por la noche ya son puro drama.
Los poemas del anhelo, ya son sólo eso, un anhelo y nada más, nada.
Los poemas del poeta maldito ya son más nobles.
Los poemas sobre mujeres, el alcohol, sufrimiento por grilletes, hambruna; ya son utópicos.
Los poemas con mucho oxímoron ya no dicen nada.

Los poemas y sus metáforas cada vez se alejan más de las quimeras.
Los poemas del cuervo, la sangre, los peldaños de la melancolía, el cielo, las estrellas, Dios, el romanticismo, la ilustración, el venir y devenir, ¿qué hay de poema en eso?
Los poemas ya no son poemas.
Voy a soñar donde nunca han soñado.
Voy a morir como nunca nadie ha muerto.
Voy a matar lo que está muerto.
Voy a volar con las alas que ella me devolvió.
Voy a amar el desamor.
Voy a sufrir por lo que menos se sufre y más duele.
Voy a esperar no esperar.
Voy a buscar ya no buscar.
Y entonces, hoy no escribiré otro poema, escribiré mil, dos mil, un millón o sólo dos poemas.

Título de hoy: leer mañana.