Oye

Una madrugada, el corazón abordó a la razón:

-Perdóname por llevarte al borde
-¿De qué me estas hablando?
- Al dolor que no te merecías
- ¡Oh! La vida. Sabes que está vacía

- Y ahora que ayudo a tu razón
- Corazón, tu no sabes nada de eso
- Lo sé y todo por un maldito beso

- Dame una oportunidad y deja la copa
- Me hiciste verla hasta en la maldita sopa
- Ya no la quiero en nuestra futura vida
- Sabes que para esto no hay una salida

- ¿Como te convenzo, que no quise herirte?
- Solo no me despiertes si no quieres irte
- Mi culpa subirá por tus venas hasta demostrarte que lo siento.
- No puedes hacer nada, ambos perdimos el aliento.

- ¿Y como estas tan seguro?
- Porque fui feliz aun sin respirar
- ¡Oh! Si, en sus labios aprendiste a amar
- No lo sé, solo no quiero olvidar.

- Me siento mal ¿Crees que muera?
- Solo sé, que no sabes observar
- Pero si yo te enseñe a añorar
- Y el amor no está donde lo sueles buscar.

- ¿Entonces en donde esta para ti?
- En el primer día que empecé a existir
- Te estas perdiendo en tus pensamientos
- Observa, observa, esta aquí, no está lejos.

- ¿Que se supone que tengo que ver?
- Observa este hermoso atardecer
- Es increíble, te empiezo a creer.
- Escucha esta canción de aves cantando
- Me siento mejor, lo estoy logrando
- Prueba esta guayaba, la guarde para ti
- ¡Esta muy dulce! No lo habría imaginado
- Ven y siente el piso, que firme esta
- ¡Estoy vivo! ¡Estoy caminando!
- Ven aquí, el viento está soplando
- ¡Que fresco! ¡Estoy respirando!
- ¡Toma! Carga este gato
- ¡Oh! Su ronroneo! ¡Se siente muy bien!
- ¿Como estas ahora?
- Siento que estoy mejor que ayer.

- Se que te dije que la vida es vacía
- Olvidalo, ya no lo entendería
- Realmente no hay nada
- No entiendo
- Todo esta, en donde pones tu mirada.
- Ya, en cada cosa observada
- Así es, aquí esta todo y a la vez nada.

- Disculpa mi llanto, ¿sabes? quise ser más fuerte
- Es porque sabes amar y no debes detenerte
- Fuimos felices hasta el último día
- ¡Si! Yo en tu lugar no me arrepentiría.

- Creo que nos están esperando.
- Si, ya los vi, nos están llamando.
- La verdad, no los esperaba...
- ¿No quieres otra guayaba?
- ¡De echo, ya las estaba cortando!