No por siempre...

Regresamos a lo que fue,

el sol no brilla para todos,

pero contigo el sol se pasa

y logra que todo se arruine.

De nada sirve,

s

si éste siempre me da la espalda,

con su túnica negra,

caminas sin oírme.

Caigo de rodillas,

a nadie le importa,

mis manos se clavan en las espinas,

eso es lo que logras,

que la angustía llegue así,

súbitamente.

Casi como un convenio,

una mirada hipócrita,

otra con falsedad,

¿Qué más dá?

Tú vas por la izquierda,

yo por la derecha

y por algún motivo,

siempre terminamos en el centro,

añoro que te centres en alguien más,

lo siento,

juré un pacto con la soledad,

algún día te cansarás,

no puedes esperarme por siempre.

IARA MARÍA VILLEGAS.