A mis once años

2017 Abr 24
Poema Escrito por
María del Rocío

Hoy, les contaré de mi primer amor.
De Jorge, de Jorge Prieto. Mi amor de adolescencia. Con vergüenza y todo les diré de él. Niño de trece años, yo de once. El acontecer de la pubertad no hizo mejor las cosas. Pues la única enamorada fui yo.
En colegio de religiosas, la madre superiora ideó fusionar el aula del sexto grado, de niños y niñas, cosa jamás vista pues nos separan y sólo les veíamos tras un portón en el recreo. Esta fusión era un horror, sentar ¡un niño y una niña! Fue como una pequeña muda revolución, de miradas de susto, y palabras en balbuceos. Junto con el despertar de la pubertad, creo fue mal error de parte de las religiosas. Mi compañero de pupitre, fue Carlos, el pícaro, el popular, el guapo.
Que traía a todas de cabeza locas.
Pero, Carlos no era mi problema.
Jorge lo era. El callado, el de ojos serios, que no dirigía jamás hacía mí.
Jorge compartía pupitre con Esther mi mejor amiga.¡Vaya lío el mío!
Creo las niñas fuimos más pícaras que los niños, en los recreos, era la discusión de quién gustaba de quién.
Yo no decía, no hacía falta.
Ellas sabían de mi parálisis y balbuceos al hablar o leer. Más, no conseguía

caminar sin sentir que me fuese a ver.
¡Cosa que no hacía!
Mi hermana mayor Olivia, me recogía del colegio, y se enteró de Jorge.
Y bueno con eso llegó a mi madre.
Bien recuerdo a mi mamá con las manos en la cintura y diciendo:
"con que Jorgito eh"
¡ufff! ¡Cuidado con Joaquina era de pocas palabras!
A Olivia no le fue muy bien conmigo,
aun mayor tenia unas buenas trenzas que por más que corrió, bien las conseguí.
¡Y las dos! Eso, sólo me trajo
la tunda de mi vida de mi madre.
Así, siguió el sexto grado, aparte de que las monjitas castigaban ciertos dulces despertares. Como a Lola que trajo un rojo lápiz labial y termino de rodillas bajo el sol en medio del patio.
Ahora la que ignoraba a Jorge era yo,
solo de ves en cuando mis ojos, buscaban los de él. Él, los bajaba al sentir los míos. ¡Humillante!
El cambio de ciudad, trajo el fin de mi amor por Jorge.
Al estar por partir ya en el coche.
Veo un chico caminar muy lento
cerca nuestro, era él. Jorge.
Miró directo a mis ojos por unos segundos y se fue de largo. Jamás supe de él.
Cinco años después al visitar a Esther,sentadas bajo bugambilias
y palomas con un helado al lado
se acerca un muchacho,
alto delgado, de ojos marrón y dice:
"Rocío me recuerdas soy Jorge"
Esther, muy discreta se aleja.
Ahora, la muda fui yo.

Espero no enfadar...Verídico jaja Jorge!

2017 Abr 24

María del Rocío
Desde 2015 Jul 29

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