A mis cincuenta y dos años de vida

A mis cincuenta y dos años de vida ...

He llorado, pero también me he reído a carcajadas, y es cierto que he sufrido mucho, pero no puedo negar que aunque en pequeños sorbos he probado la miel de la felicidad. He amado y he sido correspondida, pero también he llorado por amores no correspondidos. Y siendo realista puedo decir que en el ambito del amor he dado mucho más de lo que he recibido, sí, en mis cincuenta y dos años de vida no me ha ido bien en el amor, ¡pero no me quejo! Porque cuando he amado lo he dado absolutamente todo, dar mi amor a manos llenas es una sensación muy linda y nunca me he arrepentido de haber amado aunque no me hayan amado de la misma manera; De todos modos, tal vez algún día un buen amor llegue a mi vida para olvidar las decepciones pasadas. Por hoy y siempre agradezco a Dios por el amor incondicional de mis hijos y por el amor de todos mis seres queridos; amigos, conocidos, amigos que alguna vez fueron parte de mi vida y aunque ya no lo son, cuando estuvieron fueron una gran bendición, y esos hermosos recuerdos siempre estarán en un lugar muy especial de mi corazón y mi  memoria. Bueno, rememorando algunos momentos de mi vida, aprovecho este tiempo para pedir PERDÓN a quienes tal vez he ofendido o herido por apartarme en mis momentos de tristeza, sé que a veces el silencio se puede interpretar de diversas formas negativas, pero hoy les puedo decir que cuando la tristeza me domina, no soy una buena compañía para nadie, y por eso me aparto incluso de mi propia familia porque en mis momentos más oscuros no quiero contagiar a nadie con mi nostalgia y mi dolor. A los que me conocen y se preocupan por mí, les puedo decir que por hoy estoy mucho mejor que los días pasados, así que muchas gracias a todos ustedes por arroparme con su cariño incondicional y por amarme siempre aunque a veces solo les doy mi silencio como respuesta.

¡Dios los bendiga siempre! Y muchas gracias a todos por existir.

Martha Humphrey

23 / Feb / 2021