Mil versos de amor (poemario) XIV

Los tiempos cambian muchísimo,
pero entre tanto cambiar,
hay algo que jamás lo hace,
¿Sabes que no cambiará?
¿No lo sabes todavía?
Que siempre te voy amar.
Aun cuando lejos estés,
mi alma volará hacia allá
contigo y sin mí, mas juntos.
No me importa si mi faz

se arruga en largas esperas,
si en primaveras se va,
aun cuando la gota entierre
su cuerpo en tierra feraz,
como odiando haber salido
de mi abolido cristal.
no importan los sufrimientos
que por ti vaya a pasar,
por besos, por tu sonrisa,
caricias y las demás
cosas que hemos vivido
yo siempre te voy amar.
tan fuerte, tan débilmente,
lleno de cantos que van
en la busca de consuelo
hacia un silencio voraz;
tan sonoro como el oro
que el cielo hace titilar;
tan endeble en los anhelos,
como una flor de arrayán;
tan seguro e inseguro
(certero nunca se está),
de tu amor que va a venir,
para ver mi soledad.
Y en mi espera, donde vayas,
no te sientes a dudar,
pues desde las lejanías
cierto es que amarte es mi afán.
porque siempre, siempre, siempre...
¡Porque siempre te he de amar!