Miel de maple

Cabellos de oro
pulidos fundidos
en miles de rallos
preciosos tupidos;
ordenados como espigas
en una porcelana
porque así de bello
es tu rostro, como te da la gana.

Belleza del cielo

fundida en tu rostro
como un bello paisaje
lleno de mosto.

Son tus ojos canales
en los que se esconde el cielo
te miro de frente
y me lleno de miedo;
con tanta belleza junta
me llenas de fascinación
de una esperanza dulce
como la miel de maple
y un susurro que dice
Dios quiera y no se me escape.