MI NUEVO TRABAJO III
MI NUEVO TRABAJO III
Historias del hogar Betania donde trabajé del 2008 al 2013
_¡Buenos días señorita! ... ¡Hola, hola, qué tal!, ¿Cómo están?
Es increíble, ya llevo un mes trabajando con estos personajes que son realmente sensacionales, estar aquí, es como un mundo nuevo, algo que no conocía, cada mañana hago el mismo recorrido, primero el pasillo, luego pieza por pieza, abriendo ventanas cortinas, recogiendo ropa para el lavado ¡ah! y si se queda un pañal sin usar por ahí perdido.
Ya puedo reconocer nombres, como Marta, ella es como una niña mal criada, todo el día haciendo berrinches para llamar la atención, sus palabras características son: "No pienso ir a tomar once, no tengo pañal, no pienso ir a almorzar, no tengo pijama, no pienso... la Fresia come como chancha, no quiero sentarme al lado de ella; pásame un pañuelo, échame crema, tenís colonia?...
Una vez le puse crema y colonia, ahora apenas me ve, así pase cinco veces por su lado, tengo que saber colocarle crema y todo lo que me pide, hoy le regalé mis aros, me lo agradeció con un beso, ayer era día de visita y se quedó muy triste porque su hija no vino a verla, es que no le tiene paciencia, si supiera que lo único que necesita es un poquito de atención y cariño, pero, bueno cada cual sabe su realidad, yo, apenas la conozco.
E
Hay tantas historias, Telma por ejemplo, es una abuela de campo, camina todo el día y cuando pasa por mi lado donde tiendo la ropa, me dice, " estará abierto en aquella puerta, señorita?"
_No, está cerrado,
_de todas maneras, voy a echar un vistazo, es que la casa quedó sola, y tengo que ir a hacer algo para comer.
Puedo estar largo rato colgando ropa, mientras ella, da vueltas y vueltas haciéndome las mismas preguntas, hay veces que la abrazo y la beso, y le digo: "ésta es tu casa, aquí vives tú", ella ríe, y dice
_ No, no sé na yo, tengo que irme pa mi casa.
También tengo mi regalona, ella es Adriana, todas las tardes antes de irme voy a su cuarto a ponerle crema en su carita, me ve y se alegra, pero, apenas le pongo la crema, llora, mira para todos lados, y llora, su llanto no es sólo externo, es de adentro, sus ojos parecen preguntar cosas que no puedo responder, beso su frente, la acaricio, y le digo, no me llore, a ver...
luego ríe balbucea algunas letras, un día me dijo: "gracias mijita" me sentí tan bien, porque creí que no hablaba, otra vez, me habló cuando tocaba mi rostro, es linda usted, ahí me hizo llorar, me besa, cuando le pongo crema, es muy dulce!, lo extraño es que nadie la viene a ver.
En verdad el día de visita sólo vienen a ver a la minoría, es la parte triste de este cuento, en realidad hay otra parte más triste, cuando se van para no volver, desde que llegué hasta la fecha, ya se han ido tres y vaya que duele, aunque hay una conformidad por el sentido de que sólo están sufriendo, y tal vez es mejor así, quien sabe...
Lo único que sé, es que los voy a extrañar cuando me vaya, pues, sólo estoy de paso, ahora es cuando comienza la cuenta regresiva, lamentablemente no me puedo quedar, y a fin de febrero, los tendré a todos ya identificados, cada cual tiene su historia, su personalidad, su característica, todos son especiales, y me han robado el corazón...
Gracias, Dios, por conocerlos.
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