MI NUEVO TRABAJO II
MI NUEVO TRABAJO II.
Historias del hogar donde trabajé del 2008 al 2013
Vamos a dejar la puerta abierta, para que cuando pasemos, nos vea Jesús; dijo la madre, cuando avanzábamos por el pasillo hacia la oficina de la administradora, pues, detrás de esa puerta, está la capilla. ...Yo, me sonreí, ella es italiana, me señaló un retrato que había en la pared, esta es mi fundadora, muy orgullosa, lo dice.
Ya llevo doce días trabajando, ha sido duro, hoy supe que una de las abuelitas se va, pues, un hijo del cual ella no sabía nada, apareció de repente y una de sus hijas, que apenas acaba de conocer a su abuela, ha decidido llevársela a vivir con ella, se me ha compungido el corazón de tanta emoción!
Fresia, la que da vueltas en todo el hogar, está enferma se cae sola, hay que estar pendiente de ella, cuando la Madre Carla llegó, la fueron a acostar.
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Ayer domingo, me tocó trabajar con ellos, les dí el desayuno, luego fuimos a hacer las camas, son cuatro pasillos largos y habíamos cuatro auxiliares, una por pasillo, de pronto hay camas que están mojadas y debemos cambiar de un todo, luego barrer y trapear; en unas piezas encontré hormigas, habían bolsas con galletitas o dulces, claro como van sus familiares a verlos, les llevan golosinas y en las piezas atraen a la hormigas y bueno hay que botar todo.
Me han regalado unos peluches, son muy amorosas, Adrianita, la que llora porque su hija la ha dejado ahí, me ha dicho que por fin la vinieron a ver y le han cortado su pelo, se ve muy bien, ella, cada vez que paso por el pasillo donde están sentados, me besa las manos, y me dice señorita linda, quédese aquí conmigo, pero... no se puede.
Mi espalda ya no da para más, con una abuelita que tiene un pié malo, uf! me rogó que la fuera acostar, porque dice que las otras chicas son muy brúscas, después que terminé, me abraza y me besa por todos lados.
Este es un trabajo tan lindo, pero, tan triste a la vez, y aunque trato de hacer lo que puedo con todo mi corazón, mi cuerpo no me acompaña, si tuviese dinero y no necesitara trabajar, iría igual de voluntaria, ya que me he dado cuenta de la carencia que hay de afecto, de cariño, se sienten tan solitos, que un poquito de amor nunca está demas para ellos.
Nunca pensé que llegar a viejo para algunos sería tan triste, estoy buscando la razón del porqué he llegado a este lugar, qué es lo que debo aprender, cual será mi lección de vida, y ahí estoy, viviendo el día a día, con mucho dolor, no sólo físico, también interno, pero, dando lo mejor de mi, para estos viejitos que son como niños, y que sólo piden un poquito de atención, frente al abandono, porque aunque muchos digan que lo dejan en un hogar, porque estarán bien allí, igual es abandonarlos, porque para ellos ya no sirven, sin embargo, tienen tanto que entregar, si solo les dieran un poquito de atención, bueno así es la vida!
Yo, ya me voy a descansar mañana debo estar bien para seguir trabajando, y entregando a los niños del pasado, el cariño que le negaron los niños de un futuro que ya es presente.
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