Mi Alma Gemela
Me trastornan tus labios de musa,
tu risa de niña risueña;
tus ojos de perlas, escarlatas y gemas,
tu amor que por dentro me quema.
Como un fuego incandescente que suenan,
sus chispas llamaradas al arderse;
suavemente por tu cuello se quedan,
mis manos acariciándote hasta perderse.
L
mordiendo sutilmente tu acordeón;
pidiéndote amor y regazo,
en tu cueva de sotos de trazos.
Porque eres mi alma gemela,
la que en las noches me acompaña;
la que por medio de una vela,
puedo ver la luz con hazañas.
El mundo pudiera estar oscuro,
el cielo podría estar con nubes;
pero al mirar tu luz radiante, seguro
que me haces sentirme lleno de luces.
Guardo para ti una rosa de Julieta,
blanca con pétalos dóciles;
que deja un aroma de mujer esbelta,
bálsamo ideal, lúcida como marfiles.
Eres algo tan exuberante, que admiro
tus curvas del cuerpo por los pasillos;
que te imagino en lo alto de un castillo,
fulgurando como gloria en el zafiro.
("Obra de Poemarios" - Bajo Un Cielo De Luceros)
Fernando Emmanuel Enríquez Sarria
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