Magia
El día empezó con un sol reluciente,
abriendo camino con pasos sinceros,
iluminando nuestros ojos morenos,
creando un amor largo y reciente.
De repente el atardecer,
e
no pude hacerlo retroceder.
Se escondió sobre un mar de lágrimas
lágrimas perdidas, lágrimas escondidas,
que caían como almas sin vida
sobre un desierto de agua fría.
Sobre mi cuerpo corrió una brisa olvidadiza,
acariziando nuestra despedida,
tan fría como las aguas de este mar embravecido
cuyas olas golpean miles de corazones heridos.
Encerrados, esclavizados, angustiados
por montañas de agua sobre sus hombros rendidos,
encerrados, esclavizados, en jaulas de agua y acero.
Pero todos ellos luchan,
luchan y luchan y luchan.
Luchan por escapar y alcanzar, simplemente,
la tierra, su felicidad.
Conoce más del autor de "Magia"