Lobos.

Mi voz se vuelve aullidos de lobos enjaulados, lobos hermosos de nieve pelaje, mi espíritu con ellos quiere ser libre, respirar la espesura del blanco paisaje.
Que el frío congele los pulmones de a quien no le hacen falta para vivir. Se dice, que el alma ha de ser cálida. Yo no quiero eso. Yo quiero el frío respirar de los lobos en el infierno que congela sus almas, ese frío inmaculado que los paraliza y les da la vida. Invierno omnipotente que ante sus espíritus se volvio sútil primavera. Lobos! Dejarán que los tenues rayos, evaporen la nostalgia? Permitirán que la primavera se vuelva recelosa aliada del invierno? Si es asi... si eso pasa. Déjenme ser otoño de hojas caídas o déjenme ser primavera de capullos abiertos, mariposa o flor escarchada, esclava o comerciante. Déjenme ser... en su mundo milenario algo importante. Merecedora o perdedora, permitanme ser, aunque sea algo en la estación que les toco vivir a causa de nuestros funestos ocasos.
La muerte es ambigüa, se bambolea entre lo dulce y lo salvaje
. Quiero ser manada, volar con ellos, perecer en sus aullidos fantasmales y eternos, eternizarme en sus quejíos abismales. Lobos viendo como te alimentas. No todos somos un lindo despertar.