Lo que no te puedo dar

En esta lista que escribo, hallarás todas las cosas que no te puedo dar, empezando por esa tregua a los recuerdos que hoy miro con encono, el punto final a esta historia de desaciertos que canjeo algunas veces por vergüenza, otras por lágrimas, pero puedo ofrecerte a cambio la decadencia de mi discurso alcoholizado, una lengua fuera de control que se retuerce y no se supedita a mis deseos, que produce para ti infamias y ninguna palabra de comprensión fácil , querido mío, la remisión que me has dado a estas noches huérfanas de fuego y abundante en tiempo ocioso permite engrosar la numeración .

La ternura irrestricta después del agravio, el silencio cómplice una vez conocida la traición son muchos de los ítems de esta lista que no puedo darte, esa colección de rodillas dobladas implorándote compañía, la mirada baja cuando tu madre fortalecía públicamente sus teorías sobre mi inferioridad y la contemplación de un atardecer a orillas del mar sin la interrupción del celular, son cosas que no pudieron, ni podrán ser , imposible como doblegar al amor y pretender que no haga metamorfosis para convertirse en hastío , impensable como tocar todo extremo sin enfrentar la consecuencia.

Esa sonrisa en las bodas de oro que resume la satisfacción por toda una vida de devoción mutua, es una de esas mil cosas que no puede darte como resultado de dos almas incompetentes para prodigar cuidados, nuestros corazones metálicos no pudieron fundirse, pero se hicieron maleables y tenaces para convertirse en dagas, certeras a la hora de herirnos uno al otro. Tras cada remembranza de lo juntos recorrido, viene a mi el deseo irrealizable de devolver el tiempo y eliminar el momento en el que coincidimos por vez primera, pero el perdón a mi propio ser es algo que no está en la lista que escribo para ti, la disculpa a mi propia torpeza reposa en el catalogo de cosas que no puedo darme.