llamada al hospital
Estaba enterrado en una caja
y una plaga de orugas me acompañaba, mi madre preocupada llamó al hospital.
Acostumbrado a la oscuridad; mi alma no sabia que estaba bien y que estaba mal.
Le causaba satisfacción las navajas en su piel y las voces se convirtieron en amigos hipócritas.
Un día en el patio del hospital tuve la visión que estaba en un enorme escenario, había un camino largo y curbiado en donde yo caminaba y corría cantando.
Las orugas que vivían en mí, salían lentamente convertidas en hermosas mariposas. Era de noche y ellas miraban la luz de las estrellas que disfrutaban del concierto de un extraño.
N
Mi mente cambió. Yo quería intentarlo, y todo fue mejorando.
Pero los sueños no son color de rosa.
Ni la confianza una puerta al éxito. todo tiene su tiempo y su razón. Su sentido.
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