La Zorra
La zorra
Iba de camino, cruzando el cerro,
hambrienta y callada,
sosteniendo su suerte
como una medalla.
Sin girar la cabeza, se le antojaba
que la carretera estaba
para avivar su suerte.
M
donde la presa o las sobras
le aguardaban.
Iba de camino,
con bocado tierno,
salivando despacio
para no engullir
el alimento
destinado a sus cachorros,
que aguardaban,
dormidos,
hambrientos
y resguardados
de un tiempo ingrato,
de hombres armados
en sus guaridas.
Iba de camino, y al tanto,
un coche la parte en dos.
La parten en dos,
destierra su sangre,
entierra su piel en el asfalto,
como una alfombra
orientada al sur,
roja y amarilla,
verde y azul.
Donde las ruedas
no estorban:
carne malherida,
abierta
y vuelta del revés.
Iba de camino, rojiza,
cola ambiciosa, poblada
de memoria,
zarzamora
y arándano.
Conoce más del autor de "La Zorra"