La Soledad
La penumbra, la quietud, la oscuridad
sólo el sonido tenue del mar
y la densa niebla...
La flor en el desierto, la hoja que se mece
en una rama seca de invierno,
el frío y la humedad sin abrigo
y un par de ojos que piden auxilio
Galopando sin estruendos, pero como daga
así es... la Soledad
Muchos le temen y otros la buscan...
miles rehuyen sus finos dedos
que cual punzantes flechas se clavan
en lo más hondo del alma humana
Yo no la busco, pero me atrapa
y no me suelta ni por momentos,
su voz resuena en mis oídos
y su guadaña bloquea el camino
Duele la Soledad, duele su amargo sabor
duele su áspera rugosidad, estampando
las paredes de mi habitación
Duele su manto oscuro diluyendo mi claridad
duele mi mundo sin música
sin melodías que florezcan mis caminos
sin risas que resuenen en mi oído
Conjuro hechizos para espantarla
y que se vaya bien presurosa,
me enfrento a ella todas las noches
pero no logro que entre en razones
Se aferra terca a mis entreñas
retuerce toda mi pobre alma,
la exprime a veces hasta enlutarla
y luego roba mis esperanzas
Sola la Soledad se queda
para siempre en el abismo
Sola la Soledad conversa
presa del hambre de compañía
Sola la Soledad se apiada sólo
de su propia añoranza
Sola la Soledad eterna
clama cobijo que nunca halla
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