La sangre y el verdugo

La ruleta dio mil vueltas para conocer la verdad de un relato corto, la noche nublada no permitió ver cual sería su destino. El epíteto manchaba de sangre al alienado, que debía marcharse, más las convicciones de un adiós, dictaban que no la amaba.

Llantos a media mejilla no permitieron que el triste suceso diese comienzo a lo inevitable, lo que pronto seria pesadumbre… un desaliento al amor. El endeble se convirtió en verdugo, ya no más en príncipe azul; embolado entre sangre, vínculos existentes y desprecio a lo noble.

Este verdugo mata a sangre fría, no le tiembla la mano a quien apunte, Incluso si es el amor, o a una tierna alma que busca refugio entre sus brazos. Dispuesta a irse la mente contuvo hechizos para encadenarse a ese mismo lugar… Lugar donde tantas veces le habían asesinado sin piedad.

En su cama recuesta su cuerpo, mientras que mil batallas suceden adentro; luchando por ser sensata y evitar mas derrame de sangre, su sangre, la que el verdugo derrama una y otra vez sin conmiseración de quien lo ama en viva luz, a sol de infierno, a noche de luna y en terminales de frio.