La niña descalza

Neuronas colapsadas,
que te nublan la vista,
palabras entremezcladas,
que le das a las visitas.
Momentos, que sin calma,
te ahogan te aprisionan,
y vos que creías,
que el tiempo lo perdona.
Vas caminando en la vereda,
de una mañana de las tantas,

en que la sangre te quema,
y la droga no te alcanza,
para calmar la sed, de tu garganta.
Oh, oh, oh, oh.
Llora la niña descalza,
la que su madre no abraza.
Su padre no aparece.
En una de las tantas,..
veces que ella soñaba..
Ay, angelito sin alas,
una nube transparente,
una noche despejada,
sin estrellas en el cielo,
un sol sin la mañana.
Pero ella siempre canta,
la canción mas bella,
con la voz mas alta..
Oh, Oh, oh, oh.
La niña siempre canta,
aunque le pega la vida,
aunque la plata no le alcanza,
ni a ella ni a su familia,
que viven de la esperanza.
Remando, remando,
a la costa lejana,
en el mar infinito,
de una esfera de agua..
Pero la niña no existe,
y la niña no canta.
Las voces de su cabeza,
esas que la llaman,
una locura descontrolada,
en el planeta de la nada.
En un desierto de piedras,
con una navaja afilada,
va marcando con su sangre,
la ruta de retirada,
hacia el bunker de su ejercito,
el líder de la manada,
va cayendo, va cayendo,
presa de la desgracia.
Ay, momentos muy tensos,
en su mano ensangrentada.
A ella no le contaron cuentos,
ni historias de hadas,
solo vio el desierto,
a la orilla de una luz apagada.