LA NIÑA DE GORBEA
La niña de Gorbea
tiene olor a manzana,
en la seda de su blusa
y en los pliegues de su falda,
en la cinta de su pelo
y en el color de la enagua.
La niña de Gorbea
prisionera lleva el alma.
Es trigo su cabellera
sus ojos dos esmeraldas
más clara
que toda la luz del alba.
La niña de Gorbea
tiene olor a manzana
y aroman sus primaveras
la senda por donde pasa.
Pero la niña mujer
lleva una pena blanca
por un amor escondido
en el fondo de su alma.
RESPONDE LA NIÑA
Yo soy la niña de Gorbea
la del aroma a manzana,
la de la blusa de seda
y pliegues en su falda.
La que sufriendo de amor
loca va por la casa,
la que araña el recuerdo
por sujetarlo a su alma.
El claustro de estas paredes
revive mis añoranzas
y la sombra de su sombra
mi mano ya no la alcanza.
Hoy estos verdes ojos
ya no son dos esmeraldas
ni tienen aquel brillo
de niña enamorada,
mi cabello no es el trigo
que su mano acariciara
y la cinta de mi pelo
y el color de la enagua
es la tristeza maldita
que llevo dentro del alma.
Yo soy la niña de Gorbea
la del aroma a manzana,
la dueña de este poema
que han escrito mis lágrimas.
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