La muralla interior (inmolarse)

Pasos líneas de una travesía
compleja y larga,
bajo la noche sequía.
Límpida certeza
interpretación de estelas imborrables;
panorama de muralla interior.
Una fila de barracas
ceñida la crueldad,
La insistente palabra, grávida,
cuando la boca silencia
ante el cuerpo que expresa y clama.
Esquemas de materia
de un hondo y arrastrado vacío;
debilitada la vela vigía.
El tambor interno
pulsando una eternidad,
cual dardo que se levanta y hiende.
Rememorar de cedros con vida propia;
trazando torbellinos,
que citan melancólicas escrituras.
El cabello esparcido,
provisiones arrancando los escudos;
impresiones que cedan debilidad.
Un rostro ensombrecido,
erradicada la sonrisa
de un velero confeso.
Arde el amor abundante
en torno se agrupa y es trueno
con sus lánguidas notas,
y se desborda impasible rémora crujiendo;
sobre un incendio en el océano,
sorprendido por un tridente
que revela al interior
y expone al espíritu inmolado.
Un yugo emergiendo del abismo
pedestal que rasga el nocturno,
y una carroza de diagramas tiranos.
Así el vino cetrino se derrama
en el escenario de los templos;
describiendo amarras,
maderos rotos y cargas,
la abundancia del aceite y del ayuno de las almas.
¡Llora el alma, llora!
ante la cólera implacable de las alturas,
penumbra dicción hoguera adusta.
Unidas voces,
resquicios ardientes,
del espacio en las baldosas espesas;
en pendiente migración.
Galope estremecido en aumento
y lo divino a la demora…
una búsqueda del augurio oculto
que recorre la exasperante fría madrugada.
Rigor estruendo;
instrumento que traspasa oculto,
en las raíces sumergidas
de tan infinita muralla interior…
*
Fondo musical: Luciano Pavarotti-Nessun Dorma
Enero 30, 2017
Autor: Gabriela Ponce de León
-La Dama Azul-
© Derechos de autor
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