LA MENTIRA...

Nací, crecí me crie
jugando con kits y sets de soldados camuflados;
con ametralladoras que hacían ruido,
taka, taka, ta...
Con itakas, que emitían luces,
que parecían de verdad.
Con puñales, cuchillos y pistolas,
balas plateadas y granadas.
Tanques lanza misiles, bazucas,
morteros, minas...

Con toda clase de armas,
de policía de guerrero, de soldados,
de marinos, aviadores y naves espaciales
para destruir a los invasores de las galaxias...
Nací, crecí y me crié
viendo videos y juegos
donde siempre hubo luchas,
sangre, muerte, maldad.
Y al entrar en la adolescencia,
tarde, he comprobado
que me mintieron, que el mundo es otro.
Que la guerra es sangre, fuego, mutilación
destrucción, hambre, desolación, violación
pérdida de la dignidad, sufrimiento y muerte...
¿Entonces madre,
por qué no me dijiste la verdad?
¿Por qué dejaste que mi mente infantil
se infectara de crueldad, de odio, de intriga,
jugando a la guerra como un hecho natural?
¿Por qué no me enseñaste un mundo
donde jugar fuera un placer, y dónde
aprendiera a construir sobre la paz,
la no violencia, el amor, la solidaridad?
¿Madre, por qué dejaste que arruinaran
nuestra niñez así?