La locura del corazón

-Delante tienes tu camino, procede bien -dijo la mente al corazón. Cuando usted funciona yo me desconecto por alguna extraña razón.

-No quiero estar separado, quiero hacerlo juntos.

-De acuerdo, -respondió la mente.

Bajo ese acuerdo decidí quererte. Con un amor racional, perspicaz y magnífico.
Ha sido la forma soportar la distancia y el deseo de estar contigo.

Pero el corazón no entiende de pactos ni acuerdos, tarde o temprano enloquece y no escucha la razón.

Levanta muros como en tiempos de guerra, piensa que va a ser herido.

Cierra sus fuentes y apaga los manantiales que brotan paz, amor y dulzura.

Se cuestiona ¿por qué a mí? ¡no quiero sentir esto!

Piensa que el amor es peligroso y sus palabras de doble filo. ¡Esta loco! Se volvió paranoico y terco.

Todo lo malinterpreta.

Todo lo esconde.

Le cuesta creer.

Se vuelve cobarde.

Deja de vivir el momento.

-¿Que te pasa? -Pregunta la razón.
-Enloqueció, dice la conciencia. (El corazón esta mudo)

-Solo una palabra basta y sabes cuál es. Adiós.

-Perdón. -Susurro el corazón. (La cordura vuelve, el equilibrio reaparece.)