LA GITANA. ••Canción••


A caballo negro de trote envenenado
la gitana apaga la almenara del celibato,
vestida de libertad y de lengua muerta,
acariciando las cicatrices del tiempo.
Y venían sembrando con monedas de sangre
las cunetas con retintìn de huesos.
Se encontró de pronto con la luna de ese día,
roja y amarilla, desbocado cante pesado,
Mientras ministros del temporal
se esconden tras promesas y barro,
movemos flechas del calendario.
Y venían gritando a la reina del vecindario:
¡que no se arregle!, ¡que no entre al trapo!.
Y preguntan desde el exilio
los hombres de ciencias,
con sus carencias,
con su verbo oxidado.
Y responden desde su sitio
los hombres de guerra,
con sus creencias,
con su brazo armado,
con su brazo alzado.

Conoce más del autor de "LA GITANA. ••Canción••"