A la entrada


Dicta, dicta latido hacia las pupilas,
hasta el temblor que despierta la alborada.
En esta mañana que los ramos
se abren floreciendo hospitalarios,
en su ternura labrada.
La balada elíptica
que corona al labio terciopelo,
musita el gesto de un poeta
Y el ritmo se cuela urente,
interno a la caja de resonancia
en tanto, el día es un corazón ansioso
melódico a raudales.
El trigo de oro rompe en la ventana
y suena el himno añil
cubriendo en firmamento.
¡Oh amor, que besa libre!
sobre el cauce del arroyo cristalino
y en el brote perla de cada palabra.
Extendida entregarse a los vientos
y a la ambrosía de un sahumerio;
cuando adopta en cada pulso
el espíritu angular de dos miradas.
Desde lejos… reinventarle breve,
en el aire que derrama fresco su fragancia
y que ordena celebrar el encuentro
que me condujo al misterio, anidada.
Celebra el espíritu y se extiende en el valle
inspirado en vuestro canto lira,
donde los sonetos esconden
la morada del reposo.
Barricas de uvas,
unción de himnos odas
y un suspiro atesorado en el cajón;
cubren el entorno.
*
Fondo musical: Jason Carter- Miracles of coincidence
Febrero 22, 2018
© 2018 Gabriela Ponce de León, La Dama Azul. Todos los derechos reservados.
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