Instantes de risas que no perdí.

Un sueño tiempo atrás,cuando no sabía correr con mí caballo Ciro.
Cuando la vida me duraba un golpe y risas con papá.
Un sueño que contando estrellas y la abuela coca cae de su reposera y a carcajadas abrazadas,revolcarse en el piso con ese ser
Era respirar,reír ,soñar.

Cuando la pasas bien, no se vuelve a repetir.
El amor queda en la piel y en ese arroyo donde
Me bañaba al sol, ahora hay pasto y algunas vacas.

Porque cuando tienes 10 u 11 años no calculas tiempo

no te importa
no lo vez,
no sabes que tendrás que madurar y empezar a ver las agujas del reloj .

Apenas pasa ese sueño que me dura como el recuerdo del color de los ojos de papá .

Esa infancia me lleva a brincar, por la suerte que tuve en él camino.

Porque Soñé un sueño precioso.
Al galope y colgada de los hombros de papá.

En la realidad lo Soñé, cuando andar indagando todo y cansas con tus preguntas.

Y se mancha el cuaderno de unos versos de niña al primer amor.
O cuando estaba realmente pesada y preguntaba
Cómo y porque un ser humano se mete en la panza de una mujer.

Abuela huía, papá se ponía rojo y verde.
Me han dicho cada cuento
Que después en el colegio era la carcajada de todos.

Papá fumaba pipa y escuchaba las tonterias que escribía yo sobre el campo, hacía doler la panza de risa.

Muchos me preguntan que porque sonrió siempre.
Y yo les digo porque vivir es un instante
Un sueño de minutos y si los desperdicias no vuelven.

Cuando sonrió sueño ese sueño,de las noches
Estrelladas y los grillos en la oscuridad.
Y Veo el mundo diferente.

Papá me enseñó a ser libre
Cómo las nubes de campo abierto
Y a correr con Ciro en un empujón de viento.

Cuando llovía en el campo no se podía hacer mucho.
No había celulares
Había una TV ...
Pero papá apagaba disimulando su negación a ese aparato absurdo, decía.
y me daba un libro de cuentos.
Muchas veces me leía,y ponía voces a los personajes.
En ese momento aprendí a reír.

Mí primer libro él principito,a los seis.
No entendía nada y repetía las frases hasta que se me prendía la lamparita.

Y me gustaba mirar la luna y gritaba:
Hola principitooooo!

Y después en la biblioteca encontré una enciclopedia ahí tenía diez u 11 años
Los dibujos y la geografía me apasionaban.

Bueno cuando se largaba a llover
Empezaba con gotas chiquitas y el ruido típico en el tejado.
y al instante el aguacero.
Y el olor entremezclado de las tortillas de abuela coca y él olor a tierra mojada.

Los caballos quietos se quedaban.
Y las gallinas con sus ojos cerrados amontonadas y algún polluelo que yo me llevaba a mí cama y de repente andaba por los talones de abuela.

Soñe ese sueño que se pasó como un chistido de dedos.
Soñé ese sueño, que me alcanza para toda mí vida.