Inefable utopía

Inefable utopía
Cavilar en lo efímero de vivir sin haber vivido,
cuando la frágil sutil melodía de la existencia coexiste,
en el divagar de aquella tarde ausente de ti,
es merodear en los auto pensamientos de esta inefable utopía,
que busca paz y esperanza de humildad.

Si la mariposa vuela es porque el Señor lo aspiró así,
si la flama divina se esparce es porque el espíritu todavía siente,
y se pregunta el claro resplandor de tu reflejo:

¿somos comunión inagotable?
desde el alto cielo responden que sí.

El vuelo finito de la mariposa se vuelve infinito,
sobrevolar en la penumbra resulta diáfano,
en la búsqueda frenética de la verdad y el amor,
sabia metamorfosis de pasión hacia el Señor,
que conmueven al alma pensativa.

Es tu presencia la que guía mi ausencia,
en el vínculo sacro de la oración,
con instantes afligidos y otros también,
siempre la caridad de tu gloria es el centelleo que habla,
y dice: ¡AQUÍ ESTOY ¡
por sobre todas las cosas y emociones.

Vuelve la mariposa como insignia del alma,
ahora su multicolor es subjetivo en los demás,
el color de la vida es visible y en el corazón concentra,
como misericordia descriptible del ser,
que vuela y transita de alma en alma hasta llegar a ti.

Que la bondad acompañe nuestra travesía,
en las faenas compasivas de confianza,
en el amanecer del abuelo,
en el crepúsculo del niño,
en la noche de la madre,
que sea tu bondad la que proteja esta existencia,
porque fuiste tú el hacedor clemente.

Los pensamientos grises son arco iris en blanco y negro,
vacila el pacto del Génesis entre Dios y los seres vivos,
la vida necesita de colores para mudar ….
cuando la obediencia a tu palabra se recubra en amor,
el sol, naturaleza, espíritu y armonía,
serán los nuevos valores que germinarán del color,
del color de Dios.

Ojalá que el idioma en su sabiduría no quede sigiloso,
al mencionar tu presencia divina,
que las letras sean el imán rutilante de tu presencia,
con palabras y pensamientos de sinceridad.

Las retocadas existencias de los simples pecadores,
que día a día despliegan fulgores de amor hacia ti,
y buscan llegar a un feliz encuentro,
o quizá…
¿la muerte sea la espera del fiel matrimonio con la vida?
cuando el alma se convierta en ánima,
y la mariposa en voluntad.