Imperialismo y capitalismo sexual

Nuestro mundo actual dejó de ser evolucionismo o moralismo,
Ahora todo es utilitarismo si realmente se desea subsistir en el planeta;
El sexo es el mayor patrimonio que todos desean ostentar,
Ya que garantiza procreación, o al menos, una diversión plena.

La ley de selección natural pasó a segundo plano,
Pues se puso de moda una incontenible ideología eugenésica.
Ya la atracción sexual poco se enfoca en lo congénere,
Escasos son quienes se aparean con los “Sui géneris”.

S

e extinguió la época de la bella con el bello,
La culta con el culto, y la sabia con el sabio.
Ahora predomina la ley del más fuerte;
Aunque esta fortaleza sea subjetiva y simbólica.

La fortaleza masculina ya no se mide con valor o gallardía,
Sino con poder de influencia o capacidad económica,
Mientras la absoluta fortaleza femenina
Siempre suelen ponderarla con base en su atractivo físico.

Quedamos atrapados en una feroz competencia sexual
Donde sólo se reproduce a gusto el más influyente y opulento,
Aún sin ser el más poderoso o apto en potencialidad.
Sólo ellos tienen la potestad para elegir lo que desean,
Pues si queda algún buen sobrado para el de bajo estatus,
Es porque ya ha sido probado o saboteado por el de mayor jerarquía.

La idea del macho alfa ya es un mito depreciado,
Pues el imperialismo y capitalismo sexual confieren ese estatus a cualquiera.
Algún repulsivo emir o califa de un poderoso país árabe,
Lograría solventar el celibato y matrimonio con dos docenas de jóvenes doncellas,
Quienes ni siquiera hayan consentido voluntariamente ser de su propiedad.

En la actualidad, una pareja ideal viene siendo:
Una chica diez, comprometida con un hombre diez…millones de dólares.
Ha quedado claro que la entrega sexual femenina en nuestro tiempo,
Difícilmente se fundamenta en un sentimiento real de amor;
Más bien la han convertido en un acto de sacrificio
Que mimetiza un temor a sucumbir como especie,
Ya que, si se ofrendan al capitalismo e imperialismo sexual,
Sería la salvación para mantenerse vigentes y dar futuro a su prole.

Es muy triste y cruel reconocerlo, pero gracias a este imperialismo y capitalismo sexual
Todo hombre y mujer que carecen de los medios y recursos para explotarlos,
Terminan rezagados como una subespecie o raza inferior,
La cual queda confinada a vivir con una sexualidad frustrada y devaluada.